El Concepto Del Ser En El Mundo En Heidegger
¡Hola, hola, amantes del pensamiento profundo (pero sin dolor de cabeza)! Hoy vamos a charlar un poquito sobre un señor llamado Martin Heidegger, que se hizo una pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez, aunque probablemente con menos ceño fruncido: ¿Qué significa estar en el mundo?
¿Ser... o no Ser? Esa es la pregunta (de Heidegger)
Olvídate del "ser o no ser" de Hamlet. Heidegger no estaba preocupado por la vida después de la muerte (al menos, no directamente). Él quería entender qué somos mientras estamos aquí, ahora, comiendo palomitas y viendo Netflix (o leyendo este artículo, ¡bravo tú!).
Él llamó a este "ser" tan especial, este que somos nosotros, Dasein. Pronúncialo con acento alemán y siente la profundidad existencial invadirte. Pero, en realidad, Dasein, para no complicarnos, significa algo así como "ser-ahí". ¡Es que estamos ahí, en el mundo!
Piensa en esto: No somos como una piedra o una silla. Esos objetos simplemente *son*. Nosotros, los Dasein, estamos "arrojados" al mundo. Es como si te dejaran caer de repente en medio de una fiesta de disfraces sin que te dijeran de qué va la fiesta. ¡Qué angustia! Pero, ¡oh, sorpresa!, tenemos la capacidad de decidir qué disfraz ponernos, qué papel jugar.
El Mundo: Un Parque de Atracciones (Algo Desordenado)
Para Heidegger, el mundo no es simplemente un escenario vacío. Está lleno de cosas que usamos, con las que interactuamos. Es como un gigantesco parque de atracciones, pero en lugar de montañas rusas, tenemos herramientas, amigos, problemas y responsabilidades.
Imagina que llegas a la cocina. No ves simplemente una "mesa", ves una "mesa-para-comer", una "mesa-para-trabajar", una "mesa-para-dejar-las-llaves". Todo tiene un propósito, una relación contigo. Y a Heidegger le flipaba analizar esas relaciones. ¡Era como un detective de la existencia!
El Dasein, según Heidegger, está constantemente "siendo-en-el-mundo", lo cual no es lo mismo que "estar-en-un-mundo". Es una relación activa, dinámica, ¡casi una danza cósmica!
Angustia, Aburrimiento y la Autenticidad Reluciente
Ahora bien, no todo es jauja en el mundo de Heidegger. Como estamos arrojados aquí sin un manual de instrucciones, a veces sentimos angustia. Esa sensación extraña de que algo no está del todo bien, de que podríamos elegir mal. ¡Es como tener que decidir qué sabor de helado pedir cuando todos te suenan deliciosos!
También existe el aburrimiento profundo, ese que te hace cuestionar el sentido de la vida mientras miras el techo. Pero, ¡ojo!, Heidegger no lo veía necesariamente como algo malo. La angustia y el aburrimiento pueden ser señales de que estamos evitando ser auténticos, de que no estamos eligiendo nuestro propio disfraz en la fiesta.
La clave está en abrazar nuestra autenticidad, en tomar las riendas de nuestra existencia y decidir quiénes queremos ser. En otras palabras, dejar de ser una simple marioneta y convertirnos en el director de nuestra propia obra.
Así que, la próxima vez que te sientas perdido o aburrido, acuérdate de Heidegger y del Dasein. Recuerda que estás "siendo-en-el-mundo", que tienes la capacidad de elegir, de crear, de ser auténtico. ¡Y ahora, ve a disfrutar de la fiesta! (Y si te encuentras con Heidegger, ¡salúdalo de mi parte!).
