No son las mejores ni las más conocidas de los Fab Four, pero encierran una calidad musical igualmente sorprendente.
Se suele decir, y con razón, que escuchar a los Beatles no se reduce a la audición de sus composiciones más famosas, como Hey Jude, Let it be o Yesterday, por ejemplo. Sumergirse en su tan amplia como variada discografía supone encontrar otras joyas que, si bien no fueron reconocidas en su época, constituyen un claro ejemplo de la calidad musical de los Fab four. En este artículo se exponen cinco canciones, pudieran haber sido otras, que, no siendo muy conocidas para el gran público, dejan el sello inconfundible de la banda.
Dont´ bother me (1963)
Convaleciente de una enfermedad en la habitación de un hotel de Bournemouth (Gran Bretaña), George Harrison compuso la que, para los historiadores del cuarteto de Liverpool y para él mismo, fuera su primera canción un día del verano de 1963.
El tándem Lennon-McCartney ya brillaba con luz propia y Harrison se tomó la composición de la canción como un reto; en sus propias palabras, “por lo menos me dejó claro que todo lo que tenía que hacer era perseverar, y quizás algún día compondría algo bueno”. “No fue una canción muy buena. La llegué a olvidar completamente una vez que estaba en el álbum”, llegó a manifestar el propio autor.
Don´t bother me fue una canción singular para aquella primera época de los Beatles, un tanto lejos temáticamente de las composiciones que abrían el brillante futuro del grupo. Fue incluida en With the Beatles, segundo álbum de la banda, que aparecería el 22 de noviembre de 1963.
I´ve you seen a face (1965)
Paradojas de la pequeña historia de los Beatles: el mismo día, 14 de junio de 1965, que se grababa una de sus canciones más conocidas, Yesterday, se hizo lo propio con esta que pasó casi inadvertida en la época en la que la beatlemanía había llegado a su cumbre.
La canción, escrita por Paul McCartney, llevaba por título en un principio Aunty gin’s theme, estando dedicada a su tía favorita, la hermana menor de su padre. La canción quedó incluida en Help!, quinto álbum de los de Liverpool, que aparecería el 6 de Agosto de ese mismo año.
El cariño personal que Paul McCartney sentía por esta canción hizo que la resucitara como una de las cinco melodías Fab Four para la gira mundial de Wings 75-76 y, años más tarde, para The official bootleg el concierto unplugged que ofreciera para la BBC EN 1991.
You mother should know (1967)
En plena vorágine psicodélica, y tras la publicación de Sgt Peppers, los Beatles se embarcaron en lo que, posiblemente, fuera su mayor fracaso, la grabación de la película Magical mystery tour, un conglomerado inconexo de situaciones protagonizadas por ellos mismos cuya duración llegó a los 52 minutos.
You mother should know, que fue escrita por Paul McCartney para uno de los números musicales de esa película, fue grabada en agosto de 1967 y hubiera pasado completamente desapercibida de no ser por el mencionado número musical: en él aparecían los cuatro Beatles vestidos con un frac blanco con la única diferencia de que mientras el clavel que llevaban Ringo, John y George era rojo, el del Paul era negro, lo cual alimentó la leyenda urbana de su muerte, de la que se empezó a hablar unos mese antes.
The continuing story of Bungalow Bill (1968)
Con diferencia, la época más prolífica, en cuanto a composiciones se refiere, de los Beatles fue su estancia para profundizar en los cursos de meditación trascendental en Rishikesh (India), en el primer semestre de 1968.
Escrita por Lennon, The continuing story of Bungalow Bill, una de aquellas 48 composiciones, fue incluida en el popularmente conocido como Álbum blanco, que fuera publicado el 22 de noviembre de ese mismo año y cuenta con la intervención vocal de Yoko Ono, cuya presencia se hacía cada vez más constante en la vida del cuarteto. El titulo de la canción es un juego de palabras que mezcla Buffalo Bill con bungalow, utilizado para, con ciertas modificaciones, contar la vida de aquél y de su actitud hacia su trabajo.
Sun king (1969)
En un principio llamada Here comes the sun king, su título quedó reducido por ser similar al de la famosa canción de George Harrison que, asimismo, quedaría incluida en Abbey Road, el último LP que grabaran los Beatles y, para muchos, el mejor. Lennon, aun conociendo ya la canción de Harrison, optó y escribir las primeras estrofas de forma muy similar al estribillo de la Here Comes the Sun, si bien la melodía y la temática difería radicalmente: según Harrison, Sun king estaba inspirada en Albatross, la canción instrumental de Fleetwood Mac. La composición termina con tres estrofas cantadas a coro por Paul, John y Georges en una falsa lengua mezcla de inglés, italiano, español y portugués.
Asimismo, esta composición, a pesar de su, en principio, escasa repercusión, parece haber tenido cierta influencia en algunas de las canciones de Pink Floyd, como lo son Us and them o Speak to me/Breathe, incluidas en Dark side of the moon (1973)
Lo que queda patente, siendo estas u otras las canciones menos conocidas o con menos relevancia de los Bealtes, es la gran calidad que atesoran. El cuarteto de Liverpool constituye una de esos hitos musicales que, lejos de ser representados por un número determinado de canciones famosas, no deja de revitalizarse en su propia discografía, la cual siempre sorprende a los que, incluso, son sus más fervientes fans.