Stonehenge: Entre el Santuario y el Observatorio Astronómico

Stonehenge supone mirarse a un espejo de miles de años de conocimiento y sabiduría. Es reflexionar sobre quién, cómo y porqué nos dejó ese enclave mágico.

Muchos arqueólogos ni siquiera pueden datar con fecha exacta la antigüedad de este misterioso santuario megalítico de la Edad del Bronce, pero está datado hacia el 3.000 a.C.

Para muchos historiadores es sin duda, un punto de referencia en el Paleolítico y Neolítico, y hay autores que afirman que posiblemente Stonehenge sea más antiguo en el tiempo que las mismísimas pirámides de Egipto.

¿Qué pretendían sus constructores? ¿Cómo pudieron levantar semejantes moles de piedra sin ayuda de maquinaria ni apenas tecnología? ¿Por qué y cuáles eran las finalidades de este centro ceremonial, santuario o incluso observatorio astronómico?

Cómo llegar

Stonehenge está situado a unos 13 Km. al norte de la ciudad de Salisbury, en el condado de Wiltshire, Inglaterra.

Ir en coche puede ser lo más rápido y efectivo ya que la zona, como muchos enclaves arqueológicos, está algo retirada de medios de transporte convencionales, aunque hay autobuses concertados desde Salisbury y otras ciudades como Londres, ya que estamos hablando de un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad.

Stonehenge: El monumento y su estructura circular

Stonehenge está formado por un conjunto de círculos concéntricos de grandes bloques de piedra cuyo peso oscila entre las dos y las treinta y cinco toneladas de peso.

Es una auténtica locura para el hombre primitivo haber transportado semejantes moles de piedra, se estima que más de 500 hombres participaron en su construcción y a fecha de hoy se sigue sin saber cómo hicieron semejante obra con exactitud.

El círculo exterior de 30 metros de diámetro estaba formado por numerosos dinteles, es decir dos grandes bloques de piedra a modo de columnas, los llamados también menhires y unidos en su parte superior por un dintel.

Tendríamos en la parte más importante de la estructura, 30 columnas unidas poco a poco por dinteles cortos siendo apoyados en su parte superior de forma concéntrica formando trilitos.

La construcción interior tiene forma de herradura y está formada por cinco trilitos, es decir, dos menhires de unas 45 toneladas de peso y coronadas o unidas en la parte superior por un enorme bloque de piedra en forma de dintel perfectamente pulido.

Las misteriosas piedras azules de la estructura

Según las investigaciones el mismo círculo exterior concéntrico de piedras se repite de nuevo en el interior, pero a escala mucho más pequeña y con misteriosas piedras azules que casi ya no quedan en la actualidad.

Es como una segunda hilera de piedras paralela al primer círculo exterior de grandes columnas.

Spotted Dolerite de Stonehenge

Esto si que ya supone todo un enigma imposible de resolver para el hombre actual porque esas piedras sólo se encontraban en las montañas de Presely, en el extremo oeste del país de Gales y tuvo que ser toda una proeza transportar desde cientos de kilómetros dichas piedras por agua y tierra.

Está claro que para sus constructores eran una fuente energética de inspiración y veneración poseer y transportar dichas piedras, ellos daban por hecho que tenían que descansar en Stonehenge y no en ningún otro lugar.

Santuario, Templo Religioso y Observatorio Astronómico

Hay miles de teorías al respecto sobre la finalidad de Stonehenge como monumento y todas ellas le atribuyen uno de los anteriores fines.

Se supone que se utilizaba como centro religioso ya que muchas pruebas arqueológicas han evidenciado la existencia de una gran avenida ceremonial en forma de largo pasillo de hasta tres kilómetros de distancia para acabar en Stonehenge.

Esta gran avenida ceremonial venía desde casas habitadas únicamente en los alrededores del monumento cuando se realizaban determinados rituales en el calendario.

Por otra parte también ha sido declarado monumento funerario ya que se han encontrado abundantes restos humanos enterrados y previamente cremados.

Sin embargo Stonehenge no era un centro para enterrar a los muertos sin más, ya que en un periodo tan largo de la historia hay muy pocos restos lo cual significaría que únicamente los altos dignatarios del poder y sólo personas elegidas podían ser sepultadas en tan preciado monumento.

La última hipótesis también tiene total veracidad y se ha cumplido a la perfección ya que Stonehenge fue un centro astronómico sin lugar a dudas y sigue hoy día marcando mediante determinadas piedras los solsticios de verano y de invierno.

Evidentemente no era nada casual y sus constructores eran expertos astrónomos, basta con darse cuenta que la piedra exterior al círculo, la piedra llamada talón, está perfectamente alineada en una recta con la piedra central del monumento, la piedra altar.

En el solsticio de verano el sol sale exactamente por encima iluminando dicha recta que unen las dos piedras.

Conclusiones

Pisar el suelo sagrado de Stonehenge y admirar su entorno os hará sentir sensaciones muy especiales, es como intentar adivinar qué pudo ocurrir allí hace tantos siglos y qué debemos aprender de ese enclave.

Es todo un icono turístico pero no por ello debemos ignorar su gran importancia, también las pirámides de Egipto lo son y tienen un interés arqueológico e histórico a nivel mundial.

Por tanto, su visita es altamente enriquecedora y no os defraudará, sobre todo para conocer más de cerca que mensaje intentaron transmitirnos nuestros antepasados.

Hay lugares donde la energía permanece intacta al paso de los siglos, uno de ellos es Stonehenge.